Cada asesinato revelaba la inexistencia del humanismo. A la sociedad le interesa el muerto en función de que pueda encontrar al asesino y hacer un castigo “ejemplar”. Pero si no hay posibilidad de encontrar al asesino, el muerto deja de interesar tanto como el asesino mismo.
Vázquez Montalbán, Manuel. Los mares del sur. Planeta, 2003 (pàg. 60).
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