Ernesto San Epifanio dijo que existía literatura heterosexual, homosexual i bisexual. Las novelas, generalmente, eran heterosexuales, la poesía, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos, deduzco, eran bisexuales, aunque esto no lo dijo.
Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.
Bolaño, Roberto. Los detectives salvajes. Anagrama, 1998.
Vaig llegir “Los detectives salvajes” immediatament després de la monumental “2666”, començant, com gairebé sempre, la casa pel terrat. Gran Literatura, sens dubte. Després no vaig parar fins a devorar tota l’obra publicada.
Per si algú vol saber més del geni, us recomano un interessant reportatge sobre l’autor, “Bolaño Cercano”, amb intervencions notables de Vila-Matas i Rodrigo Fresán, entre d’altres.
Està dividit en 6 parts al YouTube i aquí va l’adreça de la primera:
Una abraçada, Pep!
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